Antes que nada, agradezco a EcuadorInsensato por permitirme compartir mis pensamientos con ustedes. En esta bitácora intentaré expresar mis pensamientos y contarles un poco acerca de mis actividades como comunicador social en un importante medio de comunicación del Estado.
Pero hoy, lamentablemente, debo comenzar con una confesión negativa: ¡odio a Jorge Ortiz más que a nada en el mundo! Él representa todo lo aberrante que aflige a nuestra criticada profesión: negativismo, amarillismo, entreguismo, hipotiroidismo y demás "ismos" que han hecho que la otrora noble profesión de periodista sea hoy más despreciada incluso que la de político o relacionista público.
Primeramente, que una persona como él aparezca en televisión es solo una muestra del grado de inequidad que aflige a nuestra patria. Como es evidente para cualquiera que tenga ojos para ver, Ortiz no tiene rostro ni porte ni voz para ser presentador de televisión. ¡Si hasta tartamudea! ¿Qué es entonces lo que tiene? Apellidos, contactos, y una muy superficial cultura general de almanaque. ¡Si ni siquiera es periodista graduado!
Una persona como yo, en cambio, licenciado en ciencias de la información, modestia aparte con excelente voz y buena presencia, nunca hubiera conseguido pasar de reportero de comunidad, solo porque no nací en la cuna correcta, y porque no estoy dispuesto a trabajar más de ocho horas diarias ni fuera de horas de oficina, como exigen en los medios privados a los pobres esclavos de la información.
Yo, a diferencia de Ortiz, creo en el periodismo positivo: por eso me siento tan a gusto en mi nuevo puesto como periodista de medio público. Aquí solo resalto aspectos positivos de la realidad, y contribuyo a levantar la autoestima de la gente con hechos (no con palabras y eslogans como ese zopenco de Bernardo Abad, mezcla de cheerleader con chola cuencana).
Hoy, por ejemplo, he informado positivamente acerca de las nuevas funciones del ex ministro de Relaciones Internacionales, sobre los avances concretos en la reformulación de la iniciativa Yasuní-ITT, sobre la gran inversión realizada para el moderno y funcional aeropuerto de Santa Rosa, que está listo para recibir su vuelo semanal, sobre los festejos por el tercer aniversario de la Revolución Ciudadana, entre otros aspectos.
Me he abstenido de informar sobre negatividades como las amenazas de paros de transportistas, indígenas y obreros, porque ¿para qué preocupar a la comunidad con insensateces?
En segundo lugar... bueno, dejemos este post para otro día porque ya es hora de almorzar. En todo caso, que quede claro que Jorge Ortiz merece ser clausurado por cualquier gobierno decente. Y que no me hablen de libertad de expresión, porque eso es un concepto relativo: ¿libertad de expresión de quién? De los grandes grupos oligárquicos, del capital financiero global, no de los pequeños, de los humildes, de los solidarios. ¡Hasta la victoria siempre, compañeros!
miércoles, 13 de enero de 2010
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